Las ciudades como las personas. Que nunca se terminan de
conocer del todo. Que enamoran y desenamoran, atan y desatan. Y ahí las tienes,
creando y destruyendo, avanzando y abalanzándose.
Sigue la calle, al fondo hay
una galería de arte, un edificio abandonado, ruinas, bares, lugares acomodando
el momento, haciendo una mudanza de valores. Ese pub que ves antes era una
iglesia, se reza en diferentes altares, a diferentes dioses. Ya ves, las
ciudades como las personas, mira cuantos recovecos, cuantos escondites. Ese
callejón es como ese secreto que nunca le contaste a nadie, ¿Recuerdas? Te
avergüenzas de tanto… Como la ciudad se avergüenza de sus calles sucias, de sus
mendigos, de sus putas. Solo enseñamos la avenida principal, llena de flores y
de vida. ¿Has entrado en mi perfil de Facebook? ¿Ya viste que feliz soy? Tengo
que decirte que lo soy, para qué aburrirte con mi sinceridad.
Las ciudades como las personas. De vez en cuando se hacen
galardones, se conmemora el pasado, fotografías, restos de otras vidas, de
otros motivos, otros sueños quizás. Como tú con la nostalgia, jugáis a pares.
¿Echas de menos a tu ‘yo’ de hace tres años? Seguro que si él te viera tendría
mucho que opinar de tu vida. ¿Te atreves? ¿Quién mejor que tú mismo para
juzgarte? ¿Tienes muchas cuentas pendientes contigo mismo? Ten cuidado, la
ciudad siempre crece (ese es el negocio del siglo XXI), las personas a veces
no, por eso de que no renta.
Las ciudades como las personas. Conociendo un lugar te conoces
a ti mismo, conversas contigo mismo, te preguntas, te respondes, te odias y te huyes.
Miras mares y torres y tu pasado te dice si debes sentirte pequeño o grande.
¿Soy pequeño o soy grande? Quizá eres pequeño porque no estás donde quieres
estar… Pero solo si piensas que ser chiquito es malo.
Las ciudades como las personas, con prisas. ¿De qué huyes? ¿De quién escapas? Del pasado dices, ese que se te rompía en mil pedazos. ¿No será que huir del pasado es una excusa para huir de ti mismo? Cuéntale historias de no dormir a tu conciencia.
Las ciudades como las personas. Conocer gente nueva es hacer
una introspección a tu interior, remover recuerdos, ideas, planes y contarlos
como te da la gana, no eres lo que eres, eres lo que cuentas en esa primera
impresión. Deberes para mañana, estudiarte. Estudiarme. Estudiarnos. Conocerse,
ese paso esencial para conocer el resto del mundo.
Llueve, hace frío. La ciudad se moja como tu niño interior.
Que está calado. Empapado. Arrugado. Sácale a dar un paseo por la ciudad que
tienes delante, deleita tus ojos, párate un segundo, respira hondo y tira para adelante que al
final de la calle siempre hay una galería de arte haciendo la vista gorda y
creando casualidades. El arte de las casualidades.
Torquay es una ciudad y como las personas, necesitaba un sobrenombre
El mar de la riviera inglesa. Las ciudades como las personas, domesticando todo
London es una ciudad y como las personas, nunca se detiene
Rincones de la capital. Las ciudades como las personas, rebeldes, indomesticables, salvajes.
"Nuestro espíritu no lo pueden ver los microscopios" Calle 13.
Sonaba mientras escribía esto.