Antes de nada, perdón por estar tanto tiempo sin escribirte, anduve muy
liada. Hoy he estado limpiando mi estigma porque tengo cena de empresa y me he
acordado de ti. Pensé entonces en escribir esta carta para contarte cómo de mal
va todo:
He de reconocer tras mucha meditación que tenías razón. No
te equivocaste apenas pensando en cómo estarían las cosas. Está todo muy
jodido, la verdad, la hemos cagado pero bien. No sé en qué momento de este
camino social perdimos la moralidad pero ya no la tenemos. Es como si
tuviésemos una fuga de gas y no hiciéramos nada por arreglarlo, la libertad, la
tolerancia, el respeto y la lucha por los derechos de todos se van escurriendo
poco a poco por esa fuga que no somos capaces de tapar porque no nos queremos
levantar de la cama.
Perdóname, hago esfuerzos pero me cuesta reconocer que nos
estamos dejando ganar la batalla. Nunca me habían entristecido tanto como ahora
las personas que se tapan los ojos para no ver lo que pasa fuera. No te
imaginas lo triste que es comprobar que los cristales de bohemia también son
cortantes, que de una forma u otra la mayoría nos hemos llevado un chasco con
la política social de este lugar que ya no reconozco como "nación". Si
supieras cómo son las conciencias de la mayoría, no darías crédito.
Estamos ante un problema político grave pero me preocupa
también eso que llamamos valores y que defendemos con orgullo mientras dejamos que se construya un estigma aterrador a la necesidad de pedir ayuda en
esta fría sociedad. Ese estigma o juicio de valor que se alza ante las personas
con una enfermedad que no se palpa, tejiendo un muro de hormigón para no
mezclarse con la gente que es diferente.
Te recordé el otro día mientras leía a Goytisolo y me reí
por no llorar encontrando ciertas similitudes con el mundo del poema y con
nuestro mundo al revés: no hay piratas honrados ni brujas hermosas, quizá
podamos presumir de un príncipe malo generalizando a toda su “noble” familia
pero lo que sí que me entristeció leyendo el poema es que realmente en este
mundo al revés los corderos no sean capaces de maltratar al lobo.
Te escribo con pena y con rabia desde este mundo al revés o
desde este país boca abajo intentando pensar que las cosas se solucionarán o
mejor dicho, cambiarán a mejor. Pensando que esa Pandora aparecerá cualquier
día en forma de Lilith trayendo la esperanza que ha guardado todo este tiempo
pensando en un mundo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario