miércoles, 2 de mayo de 2012

El mismo ideal


Apareció en su vida como un desayuno de café recién hecho y tostadas que impregnan con su olor toda la casa, como cuando suena en la radio tu canción favorita y justo en ese momento sonríes sin querer y sin notarlo. En esa fracción de segundo que marca la diferencia entre efímero y para siempre. Apareció con una cerveza en la mano y ganas de una buena conversación trascendental, desde música hasta religión o política. Le habló de ciudades y de noches de verano.
El día que apareció y recordó el olor del café recién hecho porque parecía que estaba en casa. Qué era casa.

No existe un momento perfecto o un lugar adecuado para aparecer en la vida de alguien… Pero de todas formas eso sería sumamente monótono. En la vida de alguien se irrumpe de forma inesperada y se transforma todo. Todo lo anterior deja de importar, al menos durante esa fracción de segundo, dónde prevalece lo efímero ante cualquier otra cosa. Una persona aparece en tu vida, cuando realmente te cambia la forma de ver el mundo, si no hace eso simplemente fue uno más, que estaba de paso y paró en el autoservicio de carretera que casualmente eras tú.
Aparecer y desaparecer, las dos situaciones ocurren igual. Pero huelen diferente y dejan un sabor de boca distinto. También se desaparece en una fracción de segundo, como cuando estás comprando unos billetes de avión para volarle. Y desaparece. Y tú te quedas sobre tierra mojada con los pies hundidos bajo el suelo, intentando soñar sin contar con esos billetes,  incapaz de andar y mucho menos de volar. Y ahí está el detalle  que marca la diferencia. Cuando aparece, tú puedes volar, eres capaz de ir mucho más lejos que nunca antes, y vuelas mientras recuerdas el café, tu canción favorita y amanece en Copenhague.

Y cuando desaparece… lo que ocurre es que ya no puedes volar como antes. Pero te deja algo más importante que eso. Te deja un ideal y los ideales no se van si tú no los echas. Y eso, es lo más importante de que alguien aparezca en tu vida a pesar de que luego se vaya. Que te deje un ideal de vida. El mejor de los ideales me atrevería a decir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario