¿Por qué la gente no sale corriendo?
Todos lo imaginamos, palpamos ese momento en nuestra mente y
lo saboreamos con todas nuestras ganas. En algún momento de vuestra vida sé que
lo habéis pensado. Lo dejas todo y corres, solo corres.
¿Y por qué no lo hacemos?
No lo hacemos porque nos han enseñado que eso es egoísta,
que está mal. Nos dijeron que huir no era la meta y que los problemas hay que
afrontarlos. No huimos porque nos han metido miedo para que no lo hagamos. Nos
han enseñado a perder tantas veces que se te olvida que igual huir no es la
meta, pero que eso no es lo importante porque no es lo que tú quieres. Nos han
enseñado a tener una hipoteca, un coche aparcado en la puerta de casa, un
trabajo respetable… Cosas materiales que te aferran a que no te puedas ir. Como
las bolas de los presos que te atan, te atan y te exprimen. Como sus ojos condenándote
con la mirada para que no lo hagas. Para que no corras.
Nunca nos paramos a pensar en quienes somos, qué queremos.
Todo va siempre demasiado deprisa para que no te pares a preguntarse ese tipo
de cosas porque entonces sí que saldrías corriendo. La mayoría de la gente
sueña con casarse y tener una familia, un buen trabajo, días libres los
domingos y vacaciones en la playa con sombrilla incluida. La gente quiere eso
porque es lo que conoce, es lo que nos han enseñado, se creyeron lo de que
mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, ¡qué estúpida es esa frase!
Nadie se imagina su futuro corriendo. Qué futuro es ese,
dirían. O peor aún, seguro que alguien añadiría “De lo bonito no se come” ¿Y es
que de lo feo si? Ahora me entero.
Imagínate por un segundo corriendo en dirección contraria,
solo, con mucho viento, sintiéndote libre ¿No te dan ganas de gritar mientras
huyes? Oye que igual la felicidad no es la meta que todos buscan, que igual la
felicidad es una actitud y la meta descubrir la actitud y disfrutarla.
No es cierto lo que dicen, no hay verdades absolutas. Solo
es su punto de vista, no que no se te olvide.
Y el que esté libre de cargas, que salga corriendo primero. Que una cosa es egoísmo y otra cosa es lo que quieren que creas. Que es una decisión como todas las demás.
Y ojo, que yo no incito a nadie a salir corriendo, que a mi también me enseñaron eso. Yo solo quiero que penséis más posibilidades. Que no todo termine en un altar...
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