jueves, 18 de abril de 2013

Todo lo que podrían haber sido y son a su manera.


Podría haber sido bailarina, poeta, médico o juez. Podría haber tenido un sueldo fijo, cenas de empresa, vacaciones de navidad. Podría haber tenido un armario lleno de ropa y unos zapatos de tacón, un teléfono con el que llamar a sus amigos. Podría incluso haber tenido amigos o marido, hijos o compañeros de trabajo. Podría haber llorado menos y haber vivido un poco más.

Podría haber tenido un pelo más bonito para poder peinárselo, una casa acogedora dónde cuidar a los suyos, un coche lleno de gasolina aparcado en la puerta. Podría haber ido a conciertos románticos, cenar a la luz de las velas y cantar coplas al lado del mar. Podría no haber tenido que ver a sus hijos marcharse de casa, a su marido llevárselos y a su gente darle de lado. Podría no haber tenido las manos agrietas de agarrarse con fuerza a los añicos de esa vida que se le rompió. Podría haber tenido a alguien, sí, yo creo que con eso se hubiera conformado. Con tener un hombro en el que apoyarse.

Podría haber estudiado, podría haber colaborado con una ONG,  haberse sentido buena persona. Podría haber cambiado el mundo, o al menos, hacerlo un poco menos malo. Podría haberse enamorado, haber hecho escapadas a la montaña y volver el lunes para estar a primera hora en el trabajo. Podría haber escuchado buena música, haber escrito relatos políticos, haber vivido solo una temporada en un apartamento. Podría haber tenido más confianza en sí mismo. Podría haber llegado a ser realmente bueno.

Podría haber reído sin sentirse culpable. Podría haber salido más de la cama, recuperar su trabajo y no sentir pena. Podría haber sido sanitaria y habernos curado a todos, podría haber tenido un gran amor esperando que volviera a casa. Podría haber tenido un jardín con muchas flores y una granja pequeñita donde mirar los animales, una bicicleta y unas gafas de sol. Podría haberse pintado los labios y rizarse el pelo para salir a la calle. Podría no haberse sentido sola, ni angustiada ni miedosa. Podría haber ganado ella la batalla.

Podría no haberse enamorado, no haber empeñado su vida, no vender su sonrisa al mejor postor. Podría no haber conocido nunca aquella farmacia ni a aquel médico. Podría haberse sentido más guapa. Podría haberse querido más. Podría haber entendido la vida y la muerte. Podría haber hablado de la muerte. Podría haber sido una gran universitaria. Podría no haberse dejado llevar por el pánico. Podría haber sido bonito.

Podría no haberlo perdido todo. Podría haberse tomado más cafés en la vieja mesita de su casa. Podría haber ido al banco, sacar dinero e irse de viaje. Podría haber aprendido idiomas. Podría haber bailado el vals el día de su 25 aniversario. Podría haberse casado, ver corretear a sus hijos por el salón. Podría no haber tenido el ceño fruncido ni temblar tanto. Podría haberse acordado del pasado para no repetir errores. Podría no haberse quedado solo. Podría no haber vivido de la nostalgia.

Podría haberse hecho más tatuajes. Podría haber ido los domingos a tomar un vermut con sus amigos. Podría haber sido técnico de rayos X en un hospital, cirujano u oncólogo. Podría haberse dejado la barba más larga del mundo. Podría no haber ido a la iglesia, ni haber sido católico. Podría haberse sentido más joven, más querido. Podría haberse separado de esa botella de whisky a tiempo. Podría haberlo hecho mejor, pero no podría haber sido mejor persona.

Podría haber tenido un coche. Podría no haber tenido una moto. Podría haber vivido sin su familia, sin sus hermanos. Podría haber seguido con el hombre al que quiso. Podría no tener una cicatriz, ni esa pena, ni ese miedo. Podría haberlos dejado plantados a todos. Podría haber huido. Podría haber estado sola. Podría haberle echado más morro a ciertas situaciones. Podría no haber sido manipulada. Podría haberlo intentado, pero se sintió demasiado culpable.


Todos podrían haber sido felices, pero eso ya nunca lo sabremos.  Perdieron la batalla pero no se les puede considerar perdedores. Ganaron a su manera, aprendieron a sobrevivir, a respirar.
Ojalá que la próxima guerra que tengáis que librar, sea de almohadas y no haya ningún golpe nuevo que os pueda hacer llorar otra vez.

Escrito con un enorme cariño  y el más grande de los agradecimientos "Búhos"


"Ponte el mundo por bandera Laura, que tú eres diferente y vas a llegar a ser más grande de lo que ya eres"

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