Podría haber sido bailarina, poeta, médico o juez. Podría
haber tenido un sueldo fijo, cenas de empresa, vacaciones de navidad. Podría
haber tenido un armario lleno de ropa y unos zapatos de tacón, un teléfono con
el que llamar a sus amigos. Podría incluso haber tenido amigos o marido, hijos
o compañeros de trabajo. Podría haber llorado menos y haber vivido un poco más.
Podría haber tenido un pelo más bonito para poder peinárselo,
una casa acogedora dónde cuidar a los suyos, un coche lleno de gasolina
aparcado en la puerta. Podría haber ido a conciertos románticos, cenar a la luz
de las velas y cantar coplas al lado del mar. Podría no haber tenido que ver a
sus hijos marcharse de casa, a su marido llevárselos y a su gente darle de
lado. Podría no haber tenido las manos agrietas de agarrarse con fuerza a los
añicos de esa vida que se le rompió. Podría haber tenido a alguien, sí, yo creo
que con eso se hubiera conformado. Con tener un hombro en el que apoyarse.
Podría haber estudiado, podría haber colaborado con una
ONG, haberse sentido buena persona.
Podría haber cambiado el mundo, o al menos, hacerlo un poco menos malo. Podría
haberse enamorado, haber hecho escapadas a la montaña y volver el lunes para
estar a primera hora en el trabajo. Podría haber escuchado buena música, haber
escrito relatos políticos, haber vivido solo una temporada en un apartamento.
Podría haber tenido más confianza en sí mismo. Podría haber llegado a ser
realmente bueno.
Podría haber reído sin sentirse culpable. Podría haber
salido más de la cama, recuperar su trabajo y no sentir pena. Podría haber sido
sanitaria y habernos curado a todos, podría haber tenido un gran amor esperando
que volviera a casa. Podría haber tenido un jardín con muchas flores y una
granja pequeñita donde mirar los animales, una bicicleta y unas gafas de sol.
Podría haberse pintado los labios y rizarse el pelo para salir a la calle.
Podría no haberse sentido sola, ni angustiada ni miedosa. Podría haber ganado
ella la batalla.
Podría no haberse enamorado, no haber empeñado su vida, no vender
su sonrisa al mejor postor. Podría no haber conocido nunca aquella farmacia ni
a aquel médico. Podría haberse sentido más guapa. Podría haberse querido más.
Podría haber entendido la vida y la muerte. Podría haber hablado de la muerte.
Podría haber sido una gran universitaria. Podría no haberse dejado llevar por
el pánico. Podría haber sido bonito.
Podría no haberlo perdido todo. Podría haberse tomado más
cafés en la vieja mesita de su casa. Podría haber ido al banco, sacar dinero e
irse de viaje. Podría haber aprendido idiomas. Podría haber bailado el vals el
día de su 25 aniversario. Podría haberse casado, ver corretear a sus hijos por
el salón. Podría no haber tenido el ceño fruncido ni temblar tanto. Podría
haberse acordado del pasado para no repetir errores. Podría no haberse quedado
solo. Podría no haber vivido de la nostalgia.
Podría haberse hecho más tatuajes. Podría haber ido los
domingos a tomar un vermut con sus amigos. Podría haber sido técnico de rayos X
en un hospital, cirujano u oncólogo. Podría haberse dejado la barba más larga
del mundo. Podría no haber ido a la iglesia, ni haber sido católico. Podría
haberse sentido más joven, más querido. Podría haberse separado de esa botella
de whisky a tiempo. Podría haberlo hecho mejor, pero no podría haber sido mejor persona.
Podría haber tenido un coche. Podría no haber tenido una
moto. Podría haber vivido sin su familia, sin sus hermanos. Podría haber seguido
con el hombre al que quiso. Podría no tener una cicatriz, ni esa pena, ni ese
miedo. Podría haberlos dejado plantados a todos. Podría haber huido. Podría
haber estado sola. Podría haberle echado más morro a ciertas situaciones.
Podría no haber sido manipulada. Podría haberlo intentado, pero se sintió
demasiado culpable.
Todos podrían haber sido felices, pero eso ya nunca lo
sabremos. Perdieron la batalla pero no
se les puede considerar perdedores. Ganaron a su manera, aprendieron a
sobrevivir, a respirar.
Ojalá que la próxima guerra que tengáis que librar, sea de
almohadas y no haya ningún golpe nuevo que os pueda hacer llorar otra vez.
Escrito con un enorme cariño y el más grande de los agradecimientos "Búhos"
"Ponte el mundo por bandera Laura, que tú eres diferente y vas a llegar a ser más grande de lo que ya eres"
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